| 1693 |
| Legislatura: 1901-1902 (Cortes de 1901 a 1903) |
| Sesión: 17 de octubre de 1901 |
| Cámara: Congreso de los Diputados |
| Discurso / Réplica: Réplica |
| Número y páginas del Diario de Sesiones: 37, 830 |
| Tema: Desafortunada intervención del Sr. Romero Robledo por querer suspender la sesión |
El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Presidente del Consejo de Ministros tiene la palabra.
El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Yo no sé, Sres. Diputados, lo que el señor Cánovas dijera al Sr. Romero Robledo, después de esa comida o de esa reunión, de la cual apenas hago memoria; pero debo advertir a S. S. que en aquella época, el Sr. Cánovas del Castillo estaba muy lejos de pensar siquiera en la restauración de Don Alfonso; cuando el Sr. Cánovas formalizó los trabajos de la Restauración, fue advenimiento de la República, y el Sr. Cánovas, que estaba en el extranjero, como estaba yo, fue el que me convocó a una reunión, a la cual no tuve inconveniente en asistir. Entonces, y sólo entonces, fue cuando yo oí hablar por primera vez al Sr. Cánovas de la restauración de Don Alfonso. Hasta entonces, ni el Sr. Cánovas, ni S. S., me hicieron proposición ninguna sobre la restauración de Don Alfonso; proposición que yo hubiera rechazado con la misma energía con que rechacé mucho tiempo después la que me hizo el señor Cánovas.
Yo no sé de dónde saca S. S. esa relación y esa conversación que tuvimos los tres solos, la cual debió ser tan poco importante, que yo, que tengo buena memoria, apenas recuerdo. Pero lo que sí recuerdo, es que antes de esa fecha, a mí nadie me habló de la restauración de Don Alfonso XII como medio de salvar al país de las malas consecuencias que estaba sufriendo, y que cuando se me habló de eso rechacé en absoluto todo cuanto se me propuso, y no quise en manera alguna coadyuvar a esa solución mientras no viniera impuesta o pedida por el país. No tengo más que decir.